Procedimiento Limpiar las judías, cortar las puntas, y después cortarlas en diagonal. Pelar la patata lavar y cortar a trozos En un recipiente para vapor cocer las judías junto con las patatas y una cebolla para darle más sabor, las dejamos enfriar Cortamos los tomates por la mitad Preparamos el aliño: aceite, un chorrito de limón, sal, vinagre de Módena y pimienta. Mezclamos todos los ingredientes y una cebolleta cortada en juliana junto con el aliño con cuidado de arriba abajo y encima colocamos las sardinas marinadas
20-30 gramos de agua (si utilizas queso de Burgos o untable)
1 c/p de mostaza de Dijon
1 o 2 c/s de aceite de oliva virgen extra
una pizca de sal marina
una pizca de sal negra del Himalaya (opcional).
Para la salsa tártara
250 gramos de mayonesa baja en grasas (elaboración anterior)
1 chalota (o cebolla tierna)
25 gramos de alcaparras
50 gramos de pepinillos agridulces
6 gramos aprox. de salsa Perrins
1 c/s de zumo de limón
pimienta negra recién molida
sal
procedimiento Cuece el huevo, el huevo duro es la base de la falsa salsa mahonesa, aportando su sabor y evitando los riesgos que conlleva el consumo de huevo crudo, especialmente en verano. Cuando el huevo esté cocido puedes enfriarlo rápidamente bajo el chorro de agua fría o en un recipiente con agua y hielo. Una vez frío, ponlo en el vaso de la batidora y añade el queso fresco y el agua, pero empieza poniendo la mitad y después añade la que sea necesaria para conseguir la densidad de la salsa deseada. Incorpora también la mostaza de Dijon, el aceite de oliva virgen extra y la sal, puedes poner sólo la sal marina, la sal negra del Himalaya potencia el sabor a huevo, ¿la conoces? Tritura hasta obtener una salsa emulsionada, cremosa, fina y homogénea, y si quieres aligerarla un poco más, puedes añadir un poquito de agua, después prueba para rectificar de sal si fuera necesario. Para la salsa tártara Pela y pica la chalota bien fina. Escurre los pepinillos y las alcaparras de su líquido de gobierno y pícalos también, bien menudos. Pon la ‘mahonesa ligera’ en un bol y añade estos ingredientes picados. Añade también la salsa inglesa (salsa Perrins), el zumo de limón y salpimenta al gusto, mezcla bien. Opcionalmente puedes incorporar alguna hierba aromática fresca, como perejil, cilantro, cebollino… también picada finamente. Mezcla bien y tapa el recipiente con film transparente, pon la salsa tártara en el frigorífico y déjala reposar un mínimo de media hora antes de servir.
4 c/p de huevas de sucedáneo de caviar unos tallos de cebollino
aceitunas deshuesadas
aceite de oliva virgen extra
Procedimiento:
cortar la base de los cogollos de lechuga que tienen tierra y retirar las dos hojas exteriores, a continuación, separar las tres o cuatro hojas más grandes para hacer esta receta
lavar bien las hojas de los cogollos y escúrrelas perfectamente, que no quede nada de agua. reservar.
abrir el paquete de bacalao ahumado y dejarlo a temperatura ambiente unos minutos antes de montar los platos.
escurrir los tomates secos del aceite y trocéalos en tiras un poco gruesas, los tomates deben ser bien carnosos y estar tiernos.
la salsa tártara ligera tiene que estar preparada con antelación y no conviene utilizar una salsa tártara comercial porque su composición no es igual, por lo tanto, no sería lo mismo poner la buena cantidad de salsa que ponemos en cada hoja de lechuga baby para que este sea un bocado equilibrado.
disponer las hojas de los cogollos de lechuga en la mesa de trabajo y rellenar generosamente con la salsa tártara ligera, a continuación, disponer un trozo de tomate seco y una porción de bacalao ahumado.
colocar las hojas de lechuga en los platos de presentación y repartir el sucedáneo de caviar, el cebollino picado y repartir las aceitunas deshuesadas cortadas en rodajas. terminar con un hilo de aceite de oliva virgen extra
sardinas (la cantidad que tú quieras, dependiendo de los comensales) tamaño medio
sal gorda
aceite de oliva
ralladura de limón
hierbas aromáticas
ajo
pimienta
Procedimiento: decir al pescatero que te limpie las sardinas de manera que te queden solo los lomos. Congelar por lo menos 2 días En un recipiente cubrir la base con sal gorda, y añadir las hierbas y el ajo picado, pimienta, ralladura de limón o de naranja para hacer más sabroso el marinado, colocar los lomos de sardina de modo que la piel quede hacia arriba rociarlos con un poco de limón. Cubrir con otra capa de sal. Repetir la operación colocando nuevas sardinas sobre la sal y volviéndolas a cubrir si es necesario. cubrir el recipiente con papel de film transparente y meterlo en la nevara, como mínimo 2 h. Para que queden bien maceradas. retirar las sardinas de la nevera y lavarlas bien con agua para quitarles la sal sobrante y secar con papel de cocina
lomo de lubina (que antes de limpiar pesara unos 2 kg). sin escamas, quitar las aletas y retire la espina central
un manojo de hojas de albahaca
1 bote de tomates secos en aceite
2 cucharadas de mostaza de dijon
aceite de oliva virgen extra
vinagre de jerez
1 o 2 calabacines
una masa de hojaldre (a poder ser, rectangular)
1 huevo
azúcar moreno
pimienta negra
sal
Procedimiento:
Prepara el aliño triturando la albahaca, el aceite del bote de tomates secos, 4 o 5 tomates secos, la mostaza, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, un chorrazo de vinagre de Jerez y un toque de sal.
Corta los calabacines en lonchas muy finitas.
Bate un huevo con un toque de pimienta y otro de azúcar moreno. Sobre papel de horno, estira el hojaldre y píntalo con el huevo batido. Coloca una primera capa de calabacín encima y salpimenta.
Estira la lubina sobre el calabacín, dejando debajo el lado con piel. Embadúrnala con la salsa y cubre con una segunda capa de calabacín. Salpimenta.
Si no te la quieres jugar, cubre el calabacín con otra lámina de hojaldre. Si eres atrevido como Gipsy, gira el lomo de pescado sobre sí mismo hasta que se cierre, presiona los bordes hacia dentro y píntalos con el huevo batido. Sube y estira el extremo inferior hasta sellarlo con el superior. Ayudándote del papel, dale la vuelta al pescado. Cierra la parte delantera y, con la ayuda de un tenedor, aplasta la parte de atrás para que parezca una cola de pez.
Forra la bandeja con papel de aluminio y coloca el pescado (sobre papel de horno) encima. Hornea siguiendo las indicaciones del paquete de hojaldre que hayas comprado (en este caso, 30 min a 200 ºC).
procedimiento: Precalentar el horno a 180º Batir los huevos con azúcar y mezclar hasta que quede bien esponjado Añadir el aceite y seguir batiendo con una cuchara de madera hasta formar una crema suave y esponjosa Echar la ralladura de limón y mezclar Mezclar la levadura en polvo con la harina y añadirla poco a poco a la mezcla Rellenar los moldes con la masa aproximadamente por la mitad, colocarlos en una fuente y meter al horno, previamente caliente, durante unos veinte minutos aproximadamente, hasta que estén bien doraditas Retirarlas del horno, dejarlas enfriar
procedimiento: Empezamos mezclando todos los ingredientes menos la harina en un cuenco hasta formar una crema homogénea. Si no nos gusta el toque del limón podemos usar ralladura de naranja o de mandarina. Luego incorporamos la harina tamizándola hasta formar una masa ligera, manejable, elástica y ligeramente grasosa. Dejamos reposar al menos una hora. El siguiente paso es el más delicado de todos, pues debemos estirar pequeñas bolas del tamaño de una canica de las grandes hasta darles forma de oreja (más o menos). Lo importante, más que la forma, es que queden lo más finas posibles. Para que la masa no se nos pegue no hay que usar harina, sino embadurnar de aceite de oliva la superficie de trabajo y el rodillo. A medida que vamos dando forma a la masa vamos friendo las orejas en aceite hirviendo (pero sin llegar a quemarse). Puede ser aceite de oliva, aunque para este tipo de fritos prefiero el de girasol, pues el mayor sabor del primero puede robar protagonismo al limón. Dejamos escurrir el aceite sobrante en un plato con papel de cocina y espolvoreamos un poco de azúcar glas antes de servir.
1 k de carne de morcillo (pedir también para ragout)
3 zanahorias
1 lata de guisantes o guisantes congelados
1 pimiento verde
3 patatas
tomillo, orégano, romero
1 vaso de vino blanco
3 cucharadas de tomate frito
harina para rebozar
aceite de oliva
sal, pimienta
procedimiento: Enharinar la carne y sellarla en la cazuela con aceite, vuelta y vuelta. Reservarla. En la misma cazuela, añadir un poco de aceite si fuera necesario y rehogar la cebolla picada. Cuando esté blanda, añadir el ajo picado, la zanahoria en ruedas, y el pimiento picado. Cuando todo esté pochado, añadir la salsa de tomate y la carne. Rehogarla un poco. Espolvorear las hierbas. Incorporar los guisantes (sólo si son congelados), el vino blanco y esperar a que se evapore el alcohol. Añadir agua que cubra la carne y dejarlo hacerse a fuego lento. Tardará 1 h y media más o menos. Veinte minutos antes de terminar echar las patatas peladas y chascadas (mejor chascadas que cortadas, para que den espesor a la salsa). Si los guisantes son en conserva, añadirlos diez minutos antes de que termine la cocción.
procedimiento: Precalentar el horno a 200º. Limpiar y cortar el puerro en aros finos, y los champiñones en láminas. Poner una sartén al fuego con un poco de aceite y agregar el puerro. Cocinar unos 10 minutos, hasta que se ablande. Añadir las espinacas y remover. Mantener hasta que estén blandas; sazonar. Pasar a un plato y dejar templar.
Poner una sartén al fuego con aceite y freír los champiñones. Añadir un ajo machacado y sofreír 1 minuto más. Mezclar en un bol el queso crema con el tomillo.
Estirar la masa sobre un papel de cocina hasta formar un círculo. Extender el queso crema en el centro de la masa, dejando un margen de masa sin rellenar de unos 7 cm. Colocar encima los puerros, las espinacas y los champiñones. Plegar los bordes de la masa y pintar con huevo batido. Hornear durante 30-35 minutos.
Rallar el diente de ajo y el jengibre. Cortar la piel de media naranja, de medio limón y de la lima. Exprimir el jugo de la naranja. En un bol, mezclar el ajo, el jengibre, el cilantro, la miel, la cucharada de salsa de soja, el chile cortado en rodajas pequeñas (si se utiliza), el zumo de media naranja y las pieles Colocar los muslitos a la mezcla, impregnarlas bien, tapar el recipiente y dejar reposar al menos media hora. Pasado este tiempo, rustir los muslos en una sartén por ambos lados hasta que estén doradas. Después, acabar la cocción en el horno a 180 ° durante 25-30 minutos, junto con las rodajas de cítricos Servir con arroz salvaje y quinoa.