1. Corta la parte superior de los limones y, con ayuda de un cuchillo, retira la pulpa con cuidado. Corta un poco la base para que se mantengan de pie.
2. Sécalos bien y ponlos en una bolsa o recipiente hermético en el congelador varias horas.
3. Separa las yemas de las claras y ponlas en la batidora con la leche, el azúcar y la pulpa de los limones.
4. Bate las claras a punto de nieve e incorpóralas con cuidado con movimientos envolventes a la mezcla anterior.
5. Saca los limones del congelador y rellénalos con la mezcla.
6. Ponlos en la nevera un par de horas. Sirve decorados con unas hojitas de menta fresca.
Haz tiras de calabacín con un pelador de patatas. Junta dos y rellénalas con la mezcla de espinacas, enrollándolas poco a poco.
Tuesta los piñones y los dátiles. Retíralos de la sartén. Después, cocina las espinacas con sal y pimienta. Añade de nuevo los piñones y los dátiles, la mozzarella y mezcla bien.
Coloca los rollitos en un recipiente apto para horno con una base de salsa de tomate. Cubre de mozzarella y gratina en el horno.
añadir la levadura y el azúcar, que ayudará a activar la levadura. Mezclar con un tenedor.
añadir la harina, poco a poco, y continúa trabajando con un tenedor.
incorporar la sémola. Poco a poco la mezcla empezará a tomar consistencia y luego podrás empezar a trabajarla con las manos.
Pasados unos minutos puedes añadir la sal y seguir trabajando para que la masa quede cada vez más elástica.
Ahora transfiere la masa a la superficie de trabajo espolvoreada con sémola y continúa trabajando hasta obtener una masa tersa y suave.
Una vez finalizado el tiempo de levado, la mezcla habrá duplicado su volumen inicial. Pasarla a la superficie de trabajo espolvoreada con sémola, verter un poco de sémola sobre la masa y con un cortapastas dividirla en 6 trozos, todos más o menos del mismo tamaño.
Cada pieza se trabajará sobre la superficie de trabajo llevando los bordes externos hacia adentro y luego girándolos para formar una bola. Continuar de la misma manera con todos los toques.
Ahora toma la primera bola que creaste, que mientras tanto se habrá relajado, y extiéndela sobre la superficie de trabajo con un rodillo. Tienes que conseguir un disco bastante fino,
Calienta una sartén antiadherente y cuando esté caliente añade tu disco de masa. Cocinar a fuego medio-bajo durante aproximadamente un minuto y comenzar a revolver la pasta. Continúa de esta manera, revolviendo continuamente hasta que veas que comienzan a formarse burbujas, que se irán haciendo cada vez más grandes hasta fusionarse en una única burbuja grande. Continuar revolviendo para que todo el pan se dore y se cocine bien. Sólo entonces estará listo.
Colocar la masa quebrada en el molde cubrir con papel vegetal y pincharla, hornear unos 13 minutos aprox, horno precalentado a 180º. Dejar templar la masa.
Saltear el puerro en una sartén con la mantequilla hasta que esté dorado. Reservar.
Cortar la pera en dados pequeños y saltear un par de minutos en la misma sartén dónde hemos hecho el puerro. hay que tener cuidado para evitar que se deshaga. Reservar.
Colocar el puerro y la pera sobre la base.
En un bol mezclar los huevos con la creme fraiche, salpimentar al gusto y añadir una pizca de nuez moscada. Verter la mezcla sobre la tarta.
Por último cortar el queso gorgonzola en dados y repartir sobre la tarta.
Hornear unos 25- 30 minutos a 180 º horno precalentado.
Mezclamos la harina azúcar y sal con la mantequilla fría a trozos, mezclamos hasta que quede bien integrado todo, echamos el huevo. Mezclamos y amasamos en una encimera, hacemos una bola bien apretada y rápida Envolvemos con film y metemos en nevera 15’, 30’ Estiramos con el rodillo, echamos harina en el molde para que no se pegue, pinchamos la masa y ponemos garbanzos encima para que no se infle.
Reducimos la temperatura del horno a 170º, retiramos las legumbres con el papel y seguimos cociéndola otros diez minutos más Horno 180º durante 15’ para una tartaleta precocida
Después estiramos nuestra masa quebrada en la base del molde y los laterales, pinchándola con un tenedor para que no suba en exceso.
Colocamos un papel de aluminio o de horno y le ponemos unos garbanzos secos para que hagan de peso y la horneamos durante 15′.
Reducimos la temperatura del horno a 170º, retiramos las legumbres con el papel y seguimos cociéndola otros 10′ más.
Reservamos.
Mientras vamos preparando el relleno, para ello mezclamos en un bol el zumo de limón, la nata líquida, el azúcar y los huevos y batimos todo con unas varillas. Vertemos esta mezcla encima de la base de la tarta y con el horno a 150º horneamos durante 30′.
Dejamos enfriar la tarta antes de retirarle el molde. A la hora de servirla espolvoreamos el azúcar restante y con un soplete de cocina requemamos el azúcar creando una capa de caramelo en la superficie
nota: tambien se puede comprar la masa brisa o quebrada
Empieza sellando las pechugas de pollo. Mientras, pon un poco de aceite en una sartén y añade los ajos cuando esté caliente. Cuando estén dorados, introduce también las pechugas.
Para hacer la salsa de miel. Utiliza la misma sartén, pon vino blanco y remueve un poco para soltar todo el jugo que queda. Luego pon la miel, la mostaza, un poco de agua, una pizca de sal y la nata líquida.
Añade un poco de agua a la salsa y remueve. Pon las pechugas en la sartén junto a la salsa con el fuego alto.
Cuando comience a hervir, baja el fuego y espera a que se reduzca y quede espesa.
Mientras se hacen las pechugas, pon en una sartén los champiñones laminados con un chorrito de aceite, sofreír unos minutos hasta que empiecen a soltar agua, esperar que suelten todo el líquido e incorporar entonces un chorrito de jerez, subir el fuego y esperar que se consuma todo el alcohol. Incorporar los champiñones a la sartén de las pechugas de pollo, mezclar y dejar que se incorporen los sabores un par de minutos.
Procedimiento: Pon la pasta a cocer tal y como diga el fabricante, mientras preparamos la salsa, pon a dorar un ajo, antes de que se queme pon el tomate cortado en mitades regulares pero no muy pequeños. Saltea sin que el tomate se deshaga, apaga y añade el salmón ahumado y un poco de pimienta. Cuando esté la pasta añade a la sartén con el tomate y el ajo, añade el pesto y junta los ingredientes, si queda muy espeso añade algo de agua de cocer la pasta. El pesto no se guisa, solo se calienta.
Decora con un poco más de salmón ahumado, unas hojas de albahaca, sirve y zampa. Nota: La salsa siempre espera a la pasta, nunca al revés.
Poner el bacalao en un plato y taparlo con film transparente. Meterlo en el microondas unos 4 minutos, para que el bacalao se cocine y la gelatina se desprenda
Calentar ligeramente el aceite de oliva al que le hemos mezclado las verduras (algunos trozos de la cebolla, el pimiento y la zanahoria) para darle sabor
Extraer la gelatina del bacalao y, en un bol, montar un pil pil “rápido” añadiendo despacio el aceite de oliva mientras batimos la gelatina con una varilla para meterle aire
Laminar el bacalao, cocer las patatas, pochar la cebolla restante y asar el pimiento rojo restante
Montamos la ensalada con las láminas de bacalao, unos pedazos de patata cocida, cebolla pochada y pimiento rojo asado
Comenzamos cortando la cebolla en juliana. La zanahoria la pelamos, la dividimos en dos y hacemos trozos en forma de bastoncitos. Limpiamos los pimientos y también los cortamos en tiras de más o menos el mismo tamaño que lo bastoncitos de zanahoria.
Cortamos los filetes de ternera en tiras de más o menos 1 centímetro y las sazonamos con sal al gusto. (hay que tener en cuenta que la salsa de soja también aportará sal al plato)
Rebozamos las tiras de ternera en harina, las sacudimos bien para quitar el exceso.
Ponemos al fuego alto una sartén estilo wok y cubrimos el fondo con un generoso chorro de aceite. Si no tenemos un wok también se puede utilizar cualquier sartén.
Cuando la sartén esté bien caliente freímos las tiras en 2 o 3 tandas.
Cuando el rebozado tome un ligero color dorado las retiramos del fuego con ayuda de una espumadera y las reservamos sobre una bandeja cubierta con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Una vez tengamos la ternera frita retiramos el aceite del wok y dejamos solo un poco para saltear las verduras.
Seguimos calentando a fuego fuerte y echamos las verduras y las salteamos.
Cuando se empiecen a ablandar y queden al dente bajamos a fuego medio y añadimos pimienta negra al gusto y el sésamo. Removemos un poco y a continuación añadimos la salsa de soja y el azúcar. Cocinamos a fuego medio durante unos 5 minutos dando vueltas de vez en cuando.
Trascurrido este tiempo ya podemos añadir la ternera. Mezclamos bien con todos los ingredientes y dejamos cocinando a fuego suave durante aproximadamente 10 minutos para que se combinen todos los sabores.