4 alcachofas frescas (o puedes usar alcachofas en conserva)
1 aguacate maduro
1 calabacín
1 un limón (para evitar que el aguacate se oxide)
aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta al gusto
queso parmesano
procedimiento:
Preparar las alcachofas:
Si usas alcachofas frescas, corta los tallos, quita las hojas exteriores duras y corta las puntas. Luego, hierve las alcachofas en agua con un poco de sal durante unos 25-30 minutos hasta que estén tiernas. Una vez cocidas, deja enfriar, y extrae los corazones, descartando las hojas duras.
Si usas alcachofas en conserva, simplemente enjuágalas bien y córtalas en cuartos.
Preparar el calabacín:
Lava el calabacín y córtalo en rodajas finas o en tiras (con un pelador de verduras puedes hacer cintas).
Preparar el aguacate:
Corta el aguacate por la mitad, quítale el hueso y saca la pulpa con una cuchara. Corta el aguacate en cubos medianos y rocía con jugo de limón para evitar que se oxide.
Montar la ensalada:
En un bol grande, combina las alcachofas, el aguacate, el calabacín y mezcla suavemente para no deshacer el aguacate.
Aliñar la ensalada:
Agrega aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta al gusto y, si lo deseas, y el zumo de una lima y por encima escamas de parmesano.
Servir:
Sirve la ensalada de inmediato o refrigérala por unos minutos antes de servir para que esté bien fresca.
Pela los langostinos y quítales la cabeza y el intestino. Reserva las cabezas y cuece las colas en agua salada 2 minutos. Pela y pica la cebolla y los ajos. Limpia el puerro y raspa las zanahorias; lava ambos y córtalos en rodajas.
Pela los langostinos y quítales la cabeza y el intestino. Reserva las cabezas y cuece las colas en agua salada 2 minutos. Pela y pica la cebolla y los ajos. Limpia el puerro y raspa las zanahorias; lava ambos y córtalos en rodajas.
Pela los langostinos y quítales la cabeza y el intestino. Reserva las cabezas y cuece las colas en agua salada 2 minutos. Pela y pica la cebolla y los ajos. Limpia el puerro y raspa las zanahorias; lava ambos y córtalos en rodajas.
Vierte el fumet y lleva a ebullición. Espuma, sazona y cuece a fuego lento 30 minutos. Tritura, pasa por el chino, añade la nata y calienta hasta que hierva. Sirve la crema caliente con las colas de langostino y cebollino lavado picado.
Puedes hacer unos hojaldritos en forma de estrella, por ejemplo, para servir junto a tu crema de marisco.
Si está demasiado salado, sumérgelo en agua fría durante el tiempo necesario. Corta el bacalao en láminas grandes de unos 4 milímetros de grosor (calcula unos 90 gramos por ración).
Pon los tomates triturados a escurrir durante 15 minutos para que pierdan el agua. Mézclalos con la sal, la pimienta y el aceite de oliva. Reserva en la nevera.
Corta tiras muy finas y largas de cebolleta y colócalas en un bol con agua y hielo. Una vez se hayan rizado las tiras de cebolleta, escúrrelas del agua y resérvalas hasta el momento de emplatar
Pon en cada plato una base de 90 gramos de tomate aliñado. Dispón encima del tomate 90 gramos de bacalao laminado. Acaba con 4 olivas negras y aliña con un poco de pimienta recién molida, un chorrito de aceite y unos rizos de cebolleta
En primer lugar, confitamos el limón. Para ello, cortamos el limón en 4 a lo largo y echamos una cantidad abundante de sal para que penetre. Lo guardamos durante 2 semanas a temperatura ambiente en un recipiente hermético.
Luego, picamos el ajo, la cebolla, el cilantro y el perejil finamente.
Seguidamente, pochamos el ajo y la cebolla en una cazuela con aceite.
Cortamos el pollo en trozos medianos y lo doramos en otra sartén con aceite.
Una vez que el ajo y la cebolla estén dorados, añadimos el jengibre rallado, el cilantro, el perejil, el azafrán y el pollo.
Después, freímos las almendras en otra sartén con aceite y las reservamos.
A continuación, preparamos un majado con almendra frita, limón encurtido y aceitunas. Incorporamos a la cazuela.
Rehogamos bien el pollo para que se impregne de todos los aromas.
Añadimos el caldo necesario para cubrirlo y dejamos cocinar a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos.
Unos minutos antes que se termine la cocción, incorporamos las aceitunas, la piel de limón y los calabacines mini laminados.
Por último, espolvoreamos con abundante cilantro fresco.
aceite de oliva virgen extra necesario para pochar las verduras
procedimiento:
Comenzamos picando en trozos muy pequeños las zanahorias, el apio y el diente de ajo. La cebolla también la cortamos en brunoise muy fino, de forma que todas las hortalizas tengan así un tamaño similar al de la carne, para que no destaquen sobre ella. Las pochamos con aceite de oliva durante diez minutos a fuego lento. Añadimos la carne picada. Cuando la carne picada haya cambiado de color, agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore mientras removemos.
Después agregamos el tomate picado en trozos un vaso de agua y el concentrado de tomate, dejando que todo se cocine durante unos veinte minutos más. Aunque ya aparente estar hecho, la tradición para hacer una buena salsa boloñesa exige una larga cocción. Por eso nosotros vamos a dejar que nuestra boloñesa se cocine a fuego lento durante al menos 1 hora y media más, totalizando dos horas.
Para que no se quede seca la salsa en tan larga cocción, podemos ir añadiendo agua, caldo o vino cuando veamos que se está secando mucho. Incluso hay recetas clásicas que añaden un poco de leche. Recordad que el objetivo es conseguir una salsa espesa de carne y hortalizas estofadas, ligadas ligeramente por un poco de tomate y no preparar una salsa de tomate con tropezones.
Comenzaremos preparando el relleno. Picamos la cebolla y la sofreímos durante 20 minutos en el aceite a fuego suave, debe quedar blandita y transparente. Mientras en un cazo con agua, hervimos el pescado desalado como os explicamos aquí y lo dejamos cocer tres minutos, lo escurrimos y separamos en lascas. Cuando esté la cebolla pochada, añadimos el bacalao y las pasas y dejamos cocer todo junto otros cuatro minutos.
Escurrimos del aceite y dejamos enfriar, reservando este aceite frío sobrante para la masa. Para la masa, en un bol añadimos la harina, mezclamos la sal con la leche y agregamos. Añadimos el aceite del sofrito y un huevo ligeramente batido. Vamos formando una bola con las manos, una vez conseguida la tapamos con un paño y la dejamos en reposo 15 minutos antes de usarla.
Una vez pasado el tiempo repartimos la masa a la mitad dejando una parte ligeramente más pequeña que la otra. Estiramos la porción de masa más grande entre dos papeles para horno en forma redonda, la colocamos encima de un molde o bien sobre una bandeja de horno con el papel. Estiramos la otra parte de la misma manera dejándola un poco más pequeña que la base. Extendemos el relleno encima de esta, tapamos con la otra parte de la masa por encima y remetemos la base haciendo un cordón cerrado con los dedos para evitar que el relleno se salga.
1/2 Kg de salmón cortado en tacos grandes, sin espinas ni piel, o otro pescado
2 ramitas de tomillo (opcional)
100 ml de vinagre de manzana
100 ml de vino blanco
2 ramitas de romero (opcional)
250 ml de aceite de oliva
1 cebolla
1 zanahoria
unas bolitas de pimienta negra
3 ó 4 ajos
1 cucharada de pimentón dulce
2 ó 3 hojas de laurel
1 clavo
sal
procedimiento:
En una cazuela colocar el aceite de oliva, las hojas de laurel, los ajos cortados gruesos, las bolitas de pimienta, la cebolla y la zanahoria cortadas en lascas. Dejar sofreír a fuego lento durante unos cinco minutos hasta que todo se poche lentamente, no debe quemarse.
Pasados esos cinco minutos, añadir el pimentón, la sal, el clavo, las ramitas de tomillo, las ramitas de romero, el vinagre y el vino. Dejar que se evapore el alcohol a fuego medio otros cinco minutos.
Sazonar ligeramente los dados de salmón y añadirlos a la cazuela. Tienen que cocerse lentamente unos tres minutos. A mitad de la cocción, dar la vuelta a las piezas de salmón , teniendo cuidado que no se rompan.
Apartar del fuego y dejar que repose el salmón en el escabeche un par de horas como mínimo, aunque es mejor que repose de un día para otro, para que se asienten los sabores. Conservarlo en el frigorífico, dura varios días.
1. Corta la parte superior de los limones y, con ayuda de un cuchillo, retira la pulpa con cuidado. Corta un poco la base para que se mantengan de pie.
2. Sécalos bien y ponlos en una bolsa o recipiente hermético en el congelador varias horas.
3. Separa las yemas de las claras y ponlas en la batidora con la leche, el azúcar y la pulpa de los limones.
4. Bate las claras a punto de nieve e incorpóralas con cuidado con movimientos envolventes a la mezcla anterior.
5. Saca los limones del congelador y rellénalos con la mezcla.
6. Ponlos en la nevera un par de horas. Sirve decorados con unas hojitas de menta fresca.
Haz tiras de calabacín con un pelador de patatas. Junta dos y rellénalas con la mezcla de espinacas, enrollándolas poco a poco.
Tuesta los piñones y los dátiles. Retíralos de la sartén. Después, cocina las espinacas con sal y pimienta. Añade de nuevo los piñones y los dátiles, la mozzarella y mezcla bien.
Coloca los rollitos en un recipiente apto para horno con una base de salsa de tomate. Cubre de mozzarella y gratina en el horno.