Ingredientes: |
2 láminas de masa de hojaldre |
4 manzanas |
75 g de azúcar (40 + 35) |
1 trozo de jengibre |
1 rama de canela |
1 huevo |
harina |
hojas de menta |
Procedimiento:
Para hacer la compota, pela las manzanas, trocea y ponlas en una cazuela amplia. Añade 40 g de azúcar, la rama de canela y un trocito de jengibre. Tapa la cazuela y cocina las manzanas a fuego suave (10-12 minutos) hasta que estén blandas pero que no se deshagan. Retira la canela y el jengibre y deja que se enfríen.
Cubre la base redonda de metal (será la que haga funciones de molde) con un trozo grande de papel de horno de manera que sobresalga en 4 centímetros.
Espolvorea la encimera con un poco de harina, extiende encima una lámina de hojaldre y estírala bien. Corta una circunferencia, 3 centímetros más grande que el tamaño de la base de la tarta, ponla sobre la base (forrada con papel de horno) y pínchala con un tenedor.
Coloca la compota de manzana sobre el hojaldre y recoge los bordes sobre la compota. Bate el huevo y pinta los bordes del hojaldre.
Extiende la otra lámina de hojaldre (no hace falta estirarla), corta una circunferencia del mismo tamaño que la base de la tarta, tapa con ella la compota de manzana y hazle un corte en la parte central. Coge un trocito de papel de horno, enróllalo (como un tubito) e introdúcelo en el corte a modo de chimenea.
Unta la superficie de la tarta con más huevo batido, espolvoréala con el resto del azúcar (35 g) y hornéala a 200º durante 20 minutos. Baja la temperatura a 165º y hornéala durante 40 minutos más.
Retira la tarta, deja que se temple y sirve. Adorna los platos con unas hojas de menta.